Durante mi tiempo en Madrid, el movimiento
que promueve la independencia de Cataluña ha creado mucha atención
publica. Ciertos eventos de 2012 han definido
el tono de este movimiento. En septiembre había una marcha en Barcelona donde
8% de las Catalanas manifestaron pacíficamente. Además, el parlamento Catalán solicitó
un cambio en el sistema de impuestos, permitiendo a la región para obtener los
mismos beneficios de las provincias vascas.
Cataluña trató de cambiar el sistema para que pudiera recolectar los
impuestos antes de enviar un parte al Gobierno central, en vez del reverso.
Este petición fue rechazada por Mariano Rajoy. Más recientemente, Artur Mas, el
premier catalán, convocó elecciones en Cataluña este domingo pasado, el 25 de
noviembre.
Los resultados de los elecciones mostraron
una reprimenda a Artur Mas, aunque los Catalanes dio amplio respaldo a los
partidos independentistas. Era un mensaje confuso, apoyando la independencia, pero mostrando frialdad hacia el Señor Mas.
Sin embargo, el partido de Mas, el partido Unión de Los Nacionalistas Moderados,
ganaron los más votos pero su numero de escaños ha caída desde 62 a 50. Después
de los elecciones, el Señor Mas comprometió a continuar persiguiendo el
referéndum para la independencia.
El persecución del referéndum será la base
para un prolongado conflicto entre Cataluña y el Gobierno central. La
constitución no contempla la posibilidad de secesión. El Señor Rajoy ha dicho
que no tiene ninguna intención para hacer una enmienda constitucional. Solo el Gobierno
central tiene el poder para autorizar referendos.
Los Catalanes tienen su proprio idioma y
cultura, que crea orgullo dentro esta gente por su identidad Catalán, y es muy
importante para el persecución de la independencia. Además, algunos sienten que
son tratados como ciudadanos de segunda clase por el resto de España.
Aunque el nacionalismo vasco es un factor
importante en el movimiento separatista, pienso que el principal impulsor es
dinero. Cataluña suministra una quinta parte del PIB español, pero paga una
subvención grande para otras regiones. 8% de sus impuestos locales van otras
lugares más pobres de España. Pienso que los Catalanes están hartos de cargar
con el peso económico del país.
Este tema es muy complicado por varias
razones. ¿Si el Gobierno central permitiría independencia para Cataluña, que
serían las implicaciones de las otras comunidades autónomas que tienen quejas
del gobierno central? Creo que el Gobierno central necesita mantener su
posición de poder; no debería conceder la independencia de Cataluña. Incluso si
puede ser evitado, los inversores se preocuparán que un acuerdo fiscal más generoso con Cataluña debilitará
aún más las finanzas públicas de España. España no puede permitirse crear más
inestabilidad, porque como es ya lucha por mantener sus costes y aumentar la
deuda pública. Además, sin Cataluña, la economía española se haría aún más débil.
Entiendo las razones de los catalanes que quieren independencia. Es difícil sentir parte del resto de España mientras ellos hablan su propio idioma y tienen su propia cultura distinta. Sin embargo, el resto del mundo puede ver que el dinero es el factor primario para Cataluña y su descontento con la situación ahora en que necesita utilizar sus propios recursos para apoyar las regiones más débiles en España. Cataluña no debe tratar de salir durante estos tiempos difíciles. El gobierno de Cataluña debe reforzar su unión con el resto del país para tratar de mejorar la situación.
ResponderEliminar-John Yang