miércoles, 28 de noviembre de 2012

La vida universitaria a través del océano por Danielle Nelson


La vida universitaria a través del océano por Danielle Nelson

Cuando estamos estudiando en Duke, estamos tan atrapados en nuestra pequeña “burbuja”, siempre luchando contra el reloj corriendo de una clase a otra y de una reunión a otra para hacer lo imposible. A pesar de toda la variedad y la gran gama de los tipos de estudiantes de Duke con respeto a sus intereses, sus concentraciones, e involucramiento en las organizaciones y grupos, somos unidos por nuestra identidad colectiva como estudiantes de Duke. Somos “Blue Devils” gritando como locos en los juegos de baloncesto, estudiando y escribiendo papeles en Perkins, y aún seremos “Dukies” después de graduarnos. Nuestra universidad es especial y una parte integral de cómo nos definimos en estos años de descubrimiento de nosotros mismos.



No sabía las marcadas diferencias entre nuestra experiencia universitaria y la de los madrileños hasta que asistí a una actividad cultural en que nos comparamos las universidades de los dos países. Hablamos en ambos inglés y español durante una de las conversaciones más iluminadas que he tenido durante mi estancia en España. Creo que la única manera de entender una cultura es por la conversación con los habitantes. Entonces, durante esta conversación aprendimos lo que significa para ser un estudiante de una universidad española:

Con respeto a la ausencia de un espacio compartido para vivir, estudiar, comer, y pasar tiempo todo junto como una comunidad o “campus” que se existe en los Estados Unidos, muchos de los madrileños viven en su casa (algunos hasta tienen 25 años!) y cada mañana, viajan a las clases por transporte público. A causa de la crisis económica, esto se ha convertido en aún más común ya que sea muy caro vivir aparte en una apartamento. Aunque, hay estudiantes de ERASMUS y los que viven afuera de Madrid, no es la norma vivir con el resto de los estudiantes al mismo sitio, como esta tradición de las universidades estadounidenses.

Asimismo, me sorprendía muchísimo de saber que los madrileños tienen que declarar una carrera o lo que consideramos una concentración al momento de solicitar la admisión a una universidad. Es decir que cuando entramos la universidad su primer año, no se permite la libertad de escoger las clases al azar o de elegir las clases de otras facultades que le interesan. Y debido a este requisito, no es tan raro que los estudiantes abandonan la universidad y vuelvan a asistir otra facultad para perseguir una carrera que piensan que podría ser más apropiada. Un chico nos dijo que él fue muy viejo para estar en su segundo año de la facultad de derecho, porque pasaba tiempo perdido estudiando para ser un ingeniero mecánico. Por el contrario, esto es la estrategia opuesta de la teoría de la universidad estadounidense. La universidad en los Estados Unidos es conocida por ser un ambiente seguro y estimulante intelectualmente donde los estudiantes pueden explorar y experimentar con el mundo académico, así como encontrar sus pasiones y vocación en la vida por un programa académico que es más flexible y libre.



Otra distinción es la diferencia entre las universidades públicas y privadas en España. España se percibe a la educación como un derecho de los ciudadanos o es decir, un servicio público. Por eso, las universidades públicas son más populares en vez de la privada. También, los precios en general son increíblemente barato en comparición al costo anual de $42, 308 para asistir a Duke. Sobretodo, la universidad en España es únicamente un lugar para estudiar y asistir clases. Antes y después de sus clases, los madrileños pasan tiempo fuera de los edificios con sus amigos, pero no hay espacios para reunir como los que tiene las universidades estadounidenses para los deportes, las organizaciones, y las actividades extra-curriculares y sociales fuera de la sala. En general, el entorno de la universidad estadounidense es más como una comunidad protegida y aislada de la realidad, pero aquí a la Universidad San Pablo CEU por ejemplo, es solamente un lugar en que se asiste a las clases sin el sentimiento fuerte de comunidad o de la unidad entre ambos los estudiantes y los profesores. 

2 comentarios:

  1. Elle, también he notado las diferencias culturales en educación entre España y los EE.UU. Es un ajuste duro para mi de vivir en el campus de Duke a vivir fuera del campus aquí en Madrid. No me gusta tener tomar el transporte publico a la escuela cada día.

    Tambien, en cuanto a su estructura educativa, creo que es interesante que tienen que elegir su carrera tan temprano. Mis primeros años en Duke tomé muchos tipos diferentes de clases para ver lo que me interesaba. Pienso que la libertad de elegir más tarde en la universidad es mejor porque entonces los estudiante pueden probar muchas cosas diferentes para ver lo que les interesa.

    Samantha Sebastian

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  2. Elle,

    Esta conferencia con los estudiantes de CEU también me abrió los ojos a las diferencias entre los sistemas educativos de los EEUU y España. Me interesa que los estudiantes en España tengan una experiencia universitaria tan distinta de nuestra en los EEUU. Aunque no quiero juzgar cualquiera de los dos sistemas, en mi primer año de la universidad, ¡no tenía ninguna idea de lo que quería estudiar! De todos modos, entiendo los beneficios de ahorrar dinero y de la falta del aislamiento de la realidad que tenemos en nuestra “burbuja” de Duke.

    Emilia Rybak

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