El verano pasado
estaba en Buenos Aires, Argentina trabajando por una ONG y experimentando la
cultura. Me parecen muy diferentes las
dos grandes áreas metropolitanas de Madrid y Buenos Aires, especialmente
durante esta época de la crisis. Buenos
Aires tiene un sentido muy inquieto y más pesimista. Sin embargo, Madrid tiene una aura del mismo
modo infeliz pero más activa, motivada y positiva. Podría
tener esta percepción debido a la temporada cuando estaba en cada ciudad, pero creo
que existe una diferencia fundamental entre los sitios.
Lo que me interesa más no es la comparación de las ciudades, sino la gente su actitudes. Las porteñas (gente de BA), demuestra más aversión a su vida y la situación de su comunidad. Los madrileños me parecen infelices pero mucho menos intranquilos con la vida. Las dos ciudades tienen sus propias huelgas y manifestaciones pero creo que en Madrid pasan con un sentido positiva. No son para quejar sino para mejorar la vida. Las porteñas permite la crisis de su país a afectar el resto de sus vidas. En mi opinión los madrileños han aceptado los esenciales para ser felices e ir por una “buena vida”.
En el articulo Conquistar la “buena vida” en plena depresión
económica, del periódico El País,
discutimos el libro de Robert Skidelsky y su hijo, Edward Skidelsky, intitulado
¿Cuánta es suficiente? Después de leí el artículo, me dio cuenta que
la sociedad continua a subir el nivel en cual se puede ser feliz. La percepción de la memoria afecta
directamente mala la percepción actual de la felicidad. Creo que solo somos felices después de
tengamos las posesiones (materiales, trabajo, dinero, etc.). Durante la crisis la gente queja que no son
felices, pero cuando obtengan las posesiones continuamos a subir el nivel en
cual podemos ser felices. La gente de
Buenos Aires ha seguido este ciclo y dura a ser pesimista. Aunque Madrid tiene el mismo sentido, creo
que es menos evidente. A mí me parece
muy importante para quedar positivo e ir adelante como país debido a la carga
compartida de una crisis.
Joe,
ResponderEliminarTu artículo me sorprendió porque comparando mi experiencia en Madrid con mi tiempo este verano pasado en Beijing, los madrileños son muy, muy, MUY pesimistas. Obviamente China no tiene la misma crisis que España, pero los dos países sufren de un gran problema: España con el desarrollo de la economía y China con los derechos humanos. Aunque los chinos no están felices con la situación política de su país, son muchos más pacientes--mi madre china me dijo, "Las cosas siempre cambiarán. Sólo hay que esperar". En contraste, creo que los españoles no están dispuestos a esperar para un futuro mejor y por eso están protestando y manifestando, etc. (Otra vez, obviamente las consecuencias de protestar son diferentes en los dos países, pero noté también la falta del deseo de protestar en China).
--Emma Fridel
Joe y Emma,
ResponderEliminarMientras puedo entender la sorpresa a las situaciones diferentes en Beijing, Buenos Aires, y Madrid, creo que, con respeto a las culturas y situaciones económicas y políticas hoy en día en cada lugar, las actitudes diferentes no son muy sorprendentes. Aunque la crisis económica en España es muy mala, obviamente, y casi toda la gente no le gusta a Rajoy o su gobierno, la situación económica y la crisis monetaria en Buenos Aires todavía está muchísimo más peor, especialmente durante el verano pasado. Y la gente de Argentina le odia a Cristina Kirchner y sus políticas y su gobierno, pero al mismo tiempo, le odia su oposición política mucho más. Entonces, tiene niveles de inflación locas y también no tiene una opción buena del gobierno. En Madrid, por lo menos, hay muchas más programas sociales para ayudar la gente y aunque tiene problemas con el dinero, el Euro todavía está fuerte, relativamente. Por otro lado, China acaba de cambiar su gobierno. Entonces, tiene sentido que este verano pasado la gente estaría muy segura del cambio y pudiera ser más positiva sobre su situación política. Y la economía de Beijing está creciendo- no hay razones, como la austeridad o la inflación, para protestar la economía, y aunque sí hay razones para protestar la falta de bastantes derechos humanos, no está permitido en China. Cuando la gente de China protesta, no hay un proceso democrática para protegerlos del poder y la ira del gobierno que tiene control completo.
Pues, me gusta mucho sus observaciones entre Buenos Aires y Madrid, Joe, y también su comentario sobre Beijing, Emma. A mí me parece muy pesimista la gente de Madrid también. Me gustaría aprender más sobre las razones detrás de este pesimismo.
Constance Deng
Joe,
ResponderEliminarMe sorprendió también lo que dices. Aunque nunca he visitado a Buenos Aires, lo que he oído sobre la gente de Argentina es que ellos son muy orgullosos de sus orígenes y a veces un poco arrogante asimismo, y esta actitud no se relaciona mucho con tus experiencias. Pienso que hay pesimismo aquí en Madrid, pero sobre todo hacia el gobierno y el sentido de desilusión con los políticos que hemos discutido en clase. Quizás los madrileños son menos inquietos porque sabemos que aunque la crisis es fuerte, es menos doloroso que, por ejemplo, la Guerra Civil o la represión política del franquismo.
Taylor
Yo no creo que se puede comparar directamente las experiencias en Beijing y Madrid porque las situaciones son muy distintas. Por un lado, España sufre una crisis económica que afecta a toda la población de una manera muy directa. Por el otro lado, aunque si hay abusos de los derechos humanos en China, solo afecta un porcentaje pequeño de la población de una manera directa. Es más, durante mi tiempo en China, me pareció que la mayoría de la gente en Beijing casi no se enterraba de lo que estaba pasando, dado la control de iformación.
ResponderEliminar- Phillips
Joe -
ResponderEliminarSus diferentes experiencias en Madrid y Buenos Aires son interesantes porque pienso que en momentos de crisis, aprendemos mucho sobre las actitudes y prioridades de sociedades. Con lo que he oído en los Estados Unidos antes de ir a Madrid, pensaba que iba a entrar en un ámbito pesimista. No es un ámbito bueno, pero tampoco es mejor que mis expectativas. Es interesante que en Argentina, el ámbito era mas negativa, como lo que esperaba de Madrid.
Sachin Mitra