miércoles, 21 de noviembre de 2012

El traje nuevo de Rajoy

J.P. Senter
El 21 de noviembre


            Al hablar conmigo sobre la crisis económica en España y sobre su apoyo de la huelga general el 14 de noviembre, mi señora me plantea la fábula de “El traje nuevo del emperador” para entender la situación.  En la fábula hay un rey que encuentra una prenda con la capacidad especial de ser invisible cuando la lleva cualquier persona incapaz en su cargo específico.  El rey, a la vez muy orgulloso y tonto, la lleva en público para fascinar al pueblo cuando se vuelve invisible al ponerla (aunque su invisibilidad significa que el rey no es capaz en su cargo).  El pueblo, entonces, no se entera de que el rey es incapaz, sino que se queda admirando el traje maravilloso hasta que un niño grita: “¡Pero va desnudo!” Entonces, el reconocimiento de lo obvio, anteriormente negado a pesar de la evidencia, es un asunto clave que se aborda a través de esta fábula famosa.  

Dibujo del cuento "El traje nuevo del emperador"
            Hoy, el 21 de noviembre, una noticia en El País lee, “Linde enfría las expectativas de recuperación que airea el Gobierno” con respecto al gobernador del Banco de España, Luis María Linde.  Linde, tras analizar el proyecto de Presupuestos del Gobierno para 2013, pronostica la ampliación de la recesión económica y el aumento del paro aunque el Ejecutivo de Mariano Rajoy difunde muchísimos mensajes que airean una inminente recuperación.  “La contraposición con el discurso más reciente del Gobierno es nítida” menciona el artículo, comparando las proclamaciones engañosas del ministro de Economía, Luis de Guindos, con las estadísticas más fiables de la Comisión Europea.  Desde la secretaria de Estado de Presupuestos (Marta Fernández Currás) hasta el ministro de Hacienda (Cristóbal Montoro), el optimismo del Gobierno de Rajoy ha infiltrado todos lugares a pesar de que no le pertenece al pueblo español. 

El optimismo de Rajoy
            La fábula, por tanto, atina a reflejar el conflicto entre el positivismo y la realidad, lo cual está agudizando el ambiente económico de España.  Por un lado, tiene que ver con la obcecación de los políticos ante los problemas graves, las quejas fuertes y las huelgas enormes de su pueblo.  Por otro lado, como si estuvieran llevando la prenda mágica del emperador desnudo, algunos de los políticos no están bien puestos en sus cargos.  Esta separación entre el nivel de los políticos y el nivel de la población, entonces, es muy dañina a la estabilidad del país; aun más importante, quizás, es el mero reconocimiento y entendimiento de esta separación que viene del lado de los políticos.  En un estado moderno no es posible que las agrupaciones de políticos se queden limpias al margen de todo sin ensuciarse en los asuntos más relevantes que le tocan al pueblo.  Tampoco es posible que el gobierno niegue los problemas del país sin que los sepa.  Tanto el pueblo español como el gobierno de Rajoy tienen que ser vigilantes para no caerse en el truco del traje; es decir, no puede pararse en la superficie sin profundizar al fondo de las cuestiones económicas con el intento de solucionarlas.  Entonces, la desnudez del gobierno dada su transparencia y honradez es sumamente clave; su desnudez dada su incapacidad la tenemos que dejar en seguida. 

1 comentario:

  1. J.P,
    Tu entrada me interesa mucho, porque en mi opinión las fábulas y los mitos que forman parte de la historia tradicional de un país a veces nos pueden mostrar más sobre la cultura del país que todos los libros históricos. Además, lo que dices me hizo pensar en el vídeo que miramos con Profesor Jímenez en Core Course, cuando Rajoy huye a los periodistas en el Congreso de los Diputados. Pienso que esto también refleja la separación entre el nivel de los políticos y el nivel de la población que has mencionado.
    Taylor

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