El vídeo "50 años de ...la mujer, cosa
de hombres" utiliza noticias, anuncios, vídeos musicales, y otros medios
de comunicación para presentar unos temas relacionados con la opresión de
género en España a lo largo de la historia.
Al mostrar mujeres llevando poca ropa en un
anuncio de coche y las imágenes cercanas de los pechos de una mujer en un
anuncio de las frutas de Libby, el video demuestra cómo la desnudez y la
atracción sexual de las mujeres han sido convertidos en una mercancía. Las
mujeres están presentadas como objetos, vacío de humanidad o de personalidad,
con el único propósito de vender algo.
Muchos de los anuncios destacan la obligación
de las mujeres a satisfacer a los hombres y de hacer las tareas domésticas. Los
anuncios de productos para el hogar (lavavajillas, plancha, quitamanchas)
repiten una narración en la que la mujer trabaja sin descanso y sin
compensación. Otra vez, esta imagen presenta las mujeres como objetos sin
humanidad, cuyo único propósito es servir a los hombres y los niños.
Estos clips de vídeo también ponen de relieve
la expectación social, para mujeres, de mantener una apariencia física
atractiva. Secuencias de ejercicios y fotos en primer plano de ciertas partes
del cuerpo (piernas, abdomen, brazos, pecho) muestran la tendencia de separar
el cuerpo de la personalidad de una mujer – lo que resulta en objetivación y
deshumanización.
En todos estos clips, la mujer falta una voz
para hablar por sus propios intereses. Aunque los hombres se parecen trabajar y
merecer recompensa, las mujeres trabajan en silencio sin ninguna necesidad
propia. Eso es visto como su deber.
Las noticias contemporáneas sobre la
violencia doméstica y los asesinatos (por las manos de los hombres) exponen la
forma en que esta objetivación y deshumanización ha dado a los hombres el poder
de destruir las mujeres. A través de la técnica del collage entre las historias
modernas y los anuncios antiguos, el director muestra cómo una historia de expectaciones,
estereotipos y memoria invita la tragedia y la injusticia. Nos deja a
preguntarse: ¿cómo afecta la cultura a la delincuencia? ¿Y qué podemos hacer
para cambiar el statu quo?
Marissa,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con las preguntas que pusiste al fin de su entrada. Aunque el video se desarrolla el problema grave entre los géneros aquí en España, no propone un método para “cambiar el statu quo.” He visto algunos avisos por la ciudad que hacen publicidad para servicios para las mujeres en relaciones violentas. Sin embargo, me parece que el gobierno podría hacer más para disminuir la delincuencia y para mejorar el respeto para las mujeres en alguna manera.
¡Buena entrada!
Tori Polo