El 11 de diciembre
¿Regresaré
a los Estados Unidos completamente bilingüe aunque mis padres quieren creerlo?
Yo diría que no. No creo que nadie pueda regresar así porque ser bilingüe
requiere años y años sumergido en la cultura, fácilmente saltando entre lo más
coloquial y lo más culto del idioma. ¿He mejorado? Sin duda. Aunque me habría
gustado mejorar más, creo que todos nosotros podemos regresar a nuestros
hogares sabiendo que hemos aprendido más que un lenguaje concreto, pero el
dialecto cultural de un país también.
Más que el castellano, hemos aprendido a hablar España.
Mapa de España |
Cuando
vine a España el 29 de agosto, no sabía cómo comportarme en la mesa ni lo que
significaba “menú del día” ni las rutinas diarias de un español. No sabía cómo leer el lenguaje
complicado del metro y las calles ni cómo pagar con euros ni cómo ir a un café
para chocolate y churros. Sin
embargo, a lo largo de mi estancia en Madrid he ido aprendiendo todo este
lenguaje cultural además de ese idioma que lo da vida. Creo que todos nosotros sabemos ahora cómo
funciona una clase española y la manera única en que los estudiantes españoles
se visten. Además de las canciones
de Real Madrid y Atlético, hemos aprendido a bailar el flamenco en Andalucía,
las muñeiras en Galicia y la sardana en Barcelona. Ahora el sabor de tortilla, patatas bravas y paella es parte
de nuestro cuerpo para siempre.
Vista de Madrid desde El Escorial |
Sobre
todo, es sumamente importante que nos hayamos podido acercar a esta cultura mediante
nuestro programa porque, con este entendimiento de España, podemos estar más sensibles
a lo que pasa aquí. Los cinco
viajes enriquecieron nuestro entendimiento porque, sin la posibilidad de
comparar Andalucía con Galicia geográficamente, Galicia con Barcelona lingüísticamente
o Segovia con Toledo históricamente, no nos fuera posible hablar el lenguaje cultural
de España. Nuestra lección antropológica
sobre España ha sido clave para comprender la actualidad y para que, cuando me
marcho el 13 de diciembre, pueda aplicar en los Estados Unidos los conceptos que
he aprendido acerca de la sensibilidad cultural.
Me gustó mucho su blog, Jota Pe. Estoy de acuerdo que hemos aprendido otro idioma más cultural del español completamente teórico. Me llamó más mi atención lo que has dicho sobre la comparación lingüística entre Galicia y Barcelona. Para mí, fue fascinante observar las diferencias sutiles entre los idiomas de las distintas comunidades. Tengo muchas (casi demasiadas) fotos de señales en esos dos lugares que dicen cosas como "Xocolata amb Xurros", porque todas me interesaban muchísimo. Claro, podemos entender que un sitio con este señal está vendiendo chocolate y churros, pero ha sido muy interesante para mí aprender y observar estas diferencias. En el pasado, solo había pensado que habían equivocado con un señal escrito así. Pero ahora entiendo :) (Emily Marso)
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