"Yo realmente no tengo una opinión de
él", dijo mi padre anfitrión, "la época de las monarquías en Europa
ha terminado con la excepción de unos pocos países y España no es uno de ellos".
Como muchos españoles, mi familia aquí no tiene
mucho amor ni lealtad a la familia real de España. Según mi padre, eso es por
varias razones. En primer lugar, el Rey Juan Carlos fue coronado dentro Franco
y a pesar de los enormes cambios políticos que han tomado lugar desde entonces,
el rey todavía no ha perdido una asociación con la dictadura. Además, la
historia española (y específicamente, la memoria del franquismo) ha desalentado
la adoración pasiva de una figura autorizada. También, durante este presente
tiempo de crisis económica, la mayoría de los ciudadanos mantienen una relación
con el gobierno que se puede caracterizar más por la desconfianza que el
sentimentalismo.
La semana pasada, el rey estaba en el
hospital para una cirugía de reemplazo de cadera. Fue interesante para mí que
todos los medios de prensa españoles consideraron la historia de interés periodístico,
a pesar de que la gente de España es tan ambivalente con respecto a la
monarquía.
Hace unas semanas, yo visité a Londres, donde
la monarquía es tratado de una manera muy diferente. La reina es prácticamente
idolatrada. Ella aparece en las monedas, en la fraseología ("Dios salve a
la reina"), y en el centro de una celebración enorme llamado el Jubileo de
Diamante para conmemorar sus 60 años en el trono. Los británicos son orgullosos
y amorosos de su reina. Muy pocos expresan
la ambivalencia que describió mi padre anfitrión aquí.
Tal vez una razón para esta diferencia
cultural es que la democracia es más antigua y más estable en Inglaterra, y por
eso la gente está cómoda con expresar la adoración pasiva para una figura de
autoridad. Además, Inglaterra nunca tenía una ausencia de la monarquía como la que
pasó en España durante el franquismo. Por eso, la memoria pública de la realeza
ha sido conservada desde hace muchas generaciones.
A pesar de la ambivalencia de la población,
la monarquía parece ser un elemento estable e inocuo del sistema político
español. En las próximas décadas, será interesante ver si y cómo se desarrolla
su papel.
Yo también he sido sorprendida en la falta de entusiasmo para la monarquía española. Antes de venir aquí pensaba que todos los países europeos tenían el mismo orgullo en su monarquía que los ingleses. Mi madre española también ha hecho comentarios similares sobre su desaprobación de la familia real. Es interesante de ver como la monarquía es considerado algo anticuado.
ResponderEliminarMarissa,
ResponderEliminarEste tema me interesa muchísimo. Acabo de terminar con un libre se llama "El Rey: conversaciones con don Juan Carlos I." El libro es una gran entrevista entre don Juan Carlos y el autor. Lo que me destaca más sobre el libro es que el rey siempre clarifica que él no quiere ser una figura como la reina de Inglaterra. El quiere vivir una vida normal con su familia y separar su vida privada con su trabajo como el rey de España. Es un libro fantástico y muy educativo sobre don Juan y el rol que él ha tenido en el desarrollo del país después de Franco. Lo recomiendo mucho.
-Rickelle Hernández
Marissa me sorprende muchisimo que tu familia española no tenga una opinion clara, y mucho más positiva del rey, especialmente porque my señora, Gloria, habla de el muy bien. El troa día veiamos la television juntas cuando salió en la noticias la nota sobre su operación y al decir que el rey se encontraba bien Gloria se puso muy feliz. Es todavia más sorprendente para mi por la historia, y reputación positiva que su papel dentro de la democratización del país le ha dado.
ResponderEliminarEste tema me ha confundido mucho este semestre. Cuando me visitaron, mi madre y mi amiga me preguntaron (en ocasiones distintas) sobre el papel y la percepción del rey, y casi no sabía como contestar. Creo que solo he oído de ese hombre en nuestra clase, porque casi nunca entra en las conversaciones diarias de los españoles. La única experiencia en que he aprendido más ha sido mi visita guiada al Palacio Real, pero eso también fue un poco rara porque parecía un palacio fantástico en vez de una casa en que alguien verdadero puede vivir... De hecho, oí la misma noticia (sobre su cirugía) en la tele y me sorprendió mucho oír algo del rey porque dicen mucho más sobre el presidente y las otras partes del gobierno. Es cierto que el papel del rey es un poco raro. En la sala de entrada del Museo Thyssen hay dos retratos enormes, uno del rey y uno de la reina. Cuando me visité el museo con mi madre, ella vio los retratos y me preguntó si fueran los reyes. Le contesté con una risa, porque la idea me parecía cómica por alguna razón... Pero si, de verdad, son retratos de los reyes. No reconocí a ellos porque la única imagen que había visto del rey fue el retrato que está en los aulas de CEU. Y en esos, el rey es un poco más joven... (Emily Marso)
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