sábado, 1 de diciembre de 2012

Una conversación sobre el "nuevo mapa sanitario" // Weston Fleming


“Es un chiste.”

Fue la descripción de la sistema de salud actual en España que me dio un amigo madrileño. Mientras volvimos de un partido de baloncesto (notablemente, él no jugo—había estado enfermo toda la semana, sin capaz para salir su casa hasta hoy), nos discutimos una cosa que Ignacio González, el presidente de la Comunidad de Madrid, ha propuesto: la privatización inminente de la gestión de unos hospitales enMadrid. Hace cuatro días, muchos trabajadores de la salud se declararon en huelga. Ellos temen que sería un cambio significo a la manera en que los hospitales funcionan. La idea entre ellos es que el crisis ha presentado una oportunidad para convertir el sector salud a una empresa un negocio provechoso.


Pero como la sistema existe ahora—como mi amigo me dice, y como se puede buscar en los comentarios en cualquier artículo sobre esta privatización—no es necesariamente sostenible. “Tengo un amigo que conduce ambulatorios, y me dice que a veces, reciben llamados desde el aeropuerto: ‘Este hombre acaba de llegar y necesita una operación ahora.’ Es ridículo—¡no pueden esperar ni un momento!” me amigo me dijo. También, habló del "turismo médico," el fenómeno en España en que extranjeros visitan el país para recibir operaciones (cambios de sexo era su ejemplo) bastantes baratas o gratis. (Y es más, una busca de Google sobre “medical tourism in Spain” ofrece un montón de resultados). Creo que el derecho universal a la asistencia sanitaria es esencial, pero siempre serán individuos que abusan una sistema tan abierta. No soy un experto en el económico de los hospitales, pero quizás un equilibrio entre el público y el privado sería lo mejor.

Yo no entiendo exactamente porque los trabajadores de la salud declararían en huelga—me parece que la privatización del industrio resultaría en más dinero para ellos, y negaría que ellos perderían debido a los recortes (este, con la suposición audaz que verían una parte del dinero resultado). Es especialmente interesante para considerar los actitudes de los médicos (y, como un estudiante en Duke, ¡los médicos prospectivos!) en los Estados Unidos. A ellos, regulaciones gubernamentales en la asistencia sanitaria significan que no ganarán tan mucho dinero—o mucho dinero en absoluto.

Además, esta situación me ha ayudado a darse cuenta de la manera en la que los españoles hablan tan abiertamente sobre el político. Cuando hay más participación de los gobiernos en cada aspecto de la vida, hay más incentivos para prestar atención a que pasa políticamente. (Aunque, interesantemente, en la programa electora del PP, nadie hablaba de privatizar la gestión de los hospitales públicos. Esta problema fue mencionada en una entrevista dura y muy interesante con elconsejero de Sanidad madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, quien prefiere la palabra “externalizar” a “privatizar” en este caso.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario