sábado, 8 de diciembre de 2012

Los muchos peligros (potenciales) de la reforma educativa // Weston Fleming


En este tiempo de crisis, la reforma—la acción para mejorar la situación en cualquier manera—es casi obligatoria. Como España sufre de el abandono escolar (26.5%, casi el doble de la media europea) y resultados insatisfactorios en exámenes internacionales, la reforma de la educación no es una excepción. Entra la ley propuesta, "Lomce": la Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa, un de los temas más polémico ahora mismo, y con razón.

José Ignacio Wert
El propio ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha propuesto una reforma queinstituiría una sistema educativa similar a que existe en los Estados Unidos,Inglaterra, y Chile: una sistema en la que la “competición entre (las escuelas)es la base de la mejora.” Habían clasificaciones—o, rankings—para las escuelas de acuerdo con sus rendimiento en evaluaciones anuales en varias categorías: “la excelencia”, “la formación docente,” “la mejora del rendimiento” y “la atención del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.”

Y habían incentivos para hacer bien, también: “medidas honoríficas” que resultarían en más fondos, más recursos. Por eso, no hay escasez de opositores a la sistema. El catedrático de la Universidad de Valencia dice, “Si pones a competir a una liebre, a una tortuga y a un atleta, la liebre llegará primero. La competición en el mercado requiere asumir las desigualdades…” Un profesor de la Universidad CEU-San Pablo escribe “La política educativa debe diseñarse caso por caso.” Y Diane Ravitch, proferosa de la NYU y “unas de las primeras defensoras del programa estadounidense ‘No child left behind,’” admite que “La rendición de cuentas, con una visión estrecha, empobrece la enseñaza.”

Irene Rigau
Pero este no es la sola punta de oposición. Incluido en la propuesta es un cambio en la manera en que catalán es enseña (en Cataluña, no menos). Wert quiere relegar catalán a una asignatura optativa (actualmente, inmersión en catalán es obligatoria). Ha hecho un más punto de discusión virulenta entre Cataluña y el Gobierno español, como la gente de Cataluña considera la propuesta un ataque cultural directo. Un periódico turco reporteó que Irene Rigau, el consuelo educativade Cataluña, salí una reunión con Wert en el 4 de diciembre, diciendo “Language is non-negotiable.”

Me parece que muchas de estas reformas propuestas no tendrían mucho éxito. El programa “No child left behind” ha demostrado que una sistema con bases en competición entre escuelas desiguales no es una buena idea. (Y en el libro popular Freakonomics, hay un capítulo dedicado a los escándalos que éste tipode sistema inspire dentro administraciones educativas). Y obviamente, la falta de respeto para diferencias culturales, con respeto a la situación catalán, es alarmante. Se puede leer comentarios agrios en los artículos que he citado como “Cuando los castellanos nos dejen hablar catalan (sic) en el congreso y en el senado esaña (sic) empezara a ser plural”. La tensión y denegación a llegar a un acuerdo mutuo es real y fuerte. Solo puedo esperar que el crisis no influye las reformas en una manera perjudicial—en serio, la educación es la solo fundación para el futuro.

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