Desde que fui a Chile para DukeEngage hace dos
veranos, me di cuenta de cuanto puede cambiar la personalidad cuando uno habla
otro idioma. Para algunos que hablan con fluidez, adoptan las características
del país donde aprenden el idioma, pero otros empiezan a ser muy tímidos,
aunque normalmente son muy sociables. Soy parte de la segunda categoría. No me
gusta ser incorrecta, ni ser el objeto de bromas por decir algo tonto, y por
eso, aquí muchas veces no digo nada… así me siento robada de una gran parte de
mi personalidad cuando tengo que hablar en español. Todos mis chistes empiezan a ser más básicos, no
respondo a preguntas aunque yo sepa la respuesta y a veces tengo sed durante
una cena entera porque no sé muy bien como interrumpir y pedirlo con palabras
que no sean malentendidas. Por cierto, dramatizo y analizo todo demasiado... lo
hago en EEUU también (por ejemplo, me da miedo quejarme con el camarero en un
restaurante porque no me gusta la confrontación), pero lo hago aún más cuando me
faltan las palabras que quiero… ¿Debo
decirle que me gustó la comida? ¿Se dice “rico” o “rica”? Cuando al final
he decidido lo que quiero decir, otra persona ya está hablando. El tema de
conversación ha cambiado.
Intento usar más gestos para compensar, pero
es impresionante cuanto dependemos de la lengua, aunque hay muchas mas maneras
para comunicar. Creo que mis pulgares ya se van a caer por haber hecho
“thumbs-up” con tanta frecuencia, envés de responder a preguntas. Mucho de esto
no es un problema de mi dominio del idioma, sino de mi personalidad. Yo sé que hablo bastante bien el español—he
conocido a mucha gente que habla peor que yo, pero aun hablan más y se expresan
más, porque no tienen miedo de intentar, y de equivocarse… Creo que esto, más
que el idioma, es lo que he querido aprender aquí. Como equivocarme, y hacerlo
sin vergüenza. Como intentar. Creo que he mejorado, pero al final, aún no se si
podría vivir en un país hispanohablante, o mas aún en un país donde no sé nada
del idioma. Tengo suerte que tanta gente sabe mi primer idioma, el inglés, pero
ya me doy cuenta del valor de hablar con gente en su propio idioma. Para la gente que realmente no es bilingüe/trilingüe/etc.,
se pierde algo al hablar en otro idioma. Se pierde los puntos más finos, los
dobles sentidos, todo lo que su usa para expresarse. En un mundo que depende
tanto de la lengua y cuando ya es tan difícil poner en palabras lo que quieres
decir, es aún más desafiante hacerlo en otro idioma.
Cuando veo a un bebe aquí, siempre tengo celos
por una de dos razones: 1. A veces solo con dos años, sabe más español que yo o
2. Sabe expresarse casi perfectamente sin decir nada. Claro que los bebes
lloran y aún no tienen comunicación muy sofisticada, pero al menos no han
perdido sus maneras más naturales de decir lo que quieren. Comunican sus
emociones directamente , sin capas de palabras y frases, por lo cuales uno
esconde lo que realmente quiere decir o explicar. He disfrutado la experiencia de aprender y
analizar la forma en que nos comunicamos, ya que voy a empatizar más con la gente en EEUU que habla inglés
como su segundo idioma. Además, he descubierto otras maneras más físicas de
expresarme, que había perdido, y sé más sobre mis miedos: específicamente, cuanto me importa que la gente me vea como
alguien inteligente, capaz, etc. En este
punto en mi aprendizaje del español, supongo que tendría que vivir en un país
hispanohablante al menos un año, sin amigos estadounidenses/ingleses, para sumergirme totalmente en el idioma. Aquí, con
49 amigos de Duke (y Harvard, whaddup Jen?), es muy fácil evitar el español...
si quiero ser yo misma, siempre puedo cambiar de idioma. Pero yo sé que si
quiero mejorar mi nivel de español, y algún día sentirme igual en los dos
idiomas, tendría que tener una experiencia de estar sola en un país- poner todo
el pote en la apuesta. Sería muy incomodo al principio, pero supongo que al
final, valdría la pena… Es solo que aún no sé si podría aguantarlo. Si podría pasar tanto tiempo sin poder decir
inmediatamente lo que quiero.
-Alli Smalley
Recuerdo la primera semana aquí, cuando me dijiste que tú temías equivocarte enfrente de otros. Yo no estaba de acuerdo contigo, porque me acordaba de mi profesor de ruso. Él había vivido en EE.UU. por 20 años o más, pero había algunas cosas que él decía en una manera graciosa o extraña. Casi pienso que él sabía hablar en la manera más normal, pero escogía hablar en su manera extraña para que nos riamos. Creo que a él le gustaba la atención. Es obvio que no quieres el mismo tipo de atención, pero todavía creo que nadie va a bajar sus opiniones de ti por algunos errores.
ResponderEliminarEl comentario encima de este es de Jen.
ResponderEliminarAlli,
ResponderEliminarYo también tengo el mismo problema cuando hablo español. Me frustra mucho que mi sentido de humor no es algo que puedo traducir muy bien – a causa de a) las dificultades de hablar otro idioma, y también b) las diferencias culturales en el humor estadounidense y el humor español. Mi sentido de humor es muy sarcástico, pero normalmente mis amigos castellanos y mi familia español no me entienden cuando digo bromas sarcásticos. Supongo que la explicación es una mezcla de los errores que hago cuando traduzco la broma a español, y que estas personas están acostumbrada al humor “seco” – el sarcasmo serio que uso con mis amigos estadounidenses. Entiendo lo que dices sobre el sentido de perder una parte de tu personalidad cuando tienes dificultades de expresar humor en español. Aunque es frustrante ahora, pienso que la única solución es practicar y hablar con amigos, y como tú dijiste, vivir en un país hispanohablante sin hablar inglés. ¡Gracias por compartir tus opiniones!
Emilia
Alli. Me he sentido lo mismo tantas veces, nuestros cuatro meses en Madrid. Me gusta bromear y usar pequeñas sutilezas de las palabras, pero en otro idioma, es muy difícil. Es difícil seguir la conversación de la cena, y frustrante cuando no se puede comunicar lo que quieres decir. Aunque me siento muy cómodo hablando en español, creo que esta falta de fluidez hace amistad (con personas españoles) difícil. Muchas amistades se basan en risas y bromas, y cuando no se puede comunicar exactamente lo que quieres decir, es un gran reto. Gracias por tu post, siempre es bueno saber que alguien comparte su experiencia personal. (Maddie Dean)
ResponderEliminarSmalley,
ResponderEliminarYo entiendo perfectamente lo que quieres decir. Es un tema en que he pensado muchísimo durante todo el semestre. Aunque tengo una relación y una conexión muy fuerte con mi madre española, todavía me siento que hay una distancia inherente entre nosotras debido a la barrera de la lengua. No es decir que ella y yo no comunicamos muy bien. Cuando yo necesito algo o solo quiero contar una historia al final del día yo puedo comunicar lo que quiero decir. Sn embargo, todavía me siento que hay una parte de su personalidad que yo no entiendo. Es algo que me preocupa muchísimo y por eso he trabajado para eliminar esta distancia.
-Rickelle Hernández
Alli,
ResponderEliminarestoy tan feliz que tu has compartido estos pensamientos. Antes de venir a Madrid expresé a mis amigos y familia varias veces que estaba emocionada para venir aquí, a lo que siempre respondió “¿Por qué? ¿No estás asustada hablar sólo en español?” La verdad es que no, en el momento no estaba asustada a nada. Más bien, estaba contentísima. No podía esperar para el desafío de simplificar mis pensamientos, de convertir a la utilización de un amplio vocabulario de inglés a un vocabulario severamente limitado de español. Sabía que después de hacerlo, podría crecer más sabia y más madura.
Sin embargo, una cosa que no preveo fue que difícil hacerlo sería, especialmente cuando está enojado o frustrado o siente manipulado simplemente porque no se habla el idioma. En este sentido, he aprendido mucho sobre cómo palabras y conversaciones dictan la dirección de relaciones, y como resultado, he crecido mucho más prudente.
Emily Marso y yo compartimos, también, su fascinación con los niños que hablan español. Aunque sabemos que sí, por supuesto, ellos hablan tan bien porque es su idioma nativo… pero todavía! Es aún más fascinante verlos utilizar subjuntivo y estructuras contrafactuales sin una gota de sudor, mientras que literalmente yo tartamudeo con esfuerzo.
Así, en conclusión, sabe que yo comparto su dolor... y después de mucho esfuerzo, ganar.
^ Kristin Cole
ResponderEliminarAlli,
ResponderEliminarMe encanta esta entrada. He sentido muchos de los mismos sentimientos que tu has descrito. Cuando hablo con mi mamá española, a veces estoy muy frustrado que no puedo describir exactamente como me siento. Es triste también que no puedo hacer las bromas que exceder de un nivel muy básico. Por suerte, mi mamá española es muy paciente, entonces ella espera para mí a pensar en que quiero decir. Estoy muy emocionada para el día cuando mi español es perfecto y no necesito pensar tan mucho en que estoy diciendo. Y personalmente creo que tu español es muy bien, Alli ☺
Samantha Tieger