Como resultado de la crisis, hay mucho
descontento presente cada día en las manifestaciones en toda España. En Toledo,
la reacción del gobierno ha sido castigar las acciones de los manifestantes,
otorgando multas de entre 300 y 800 euros a la gente encontrada en
manifestaciones espontaneas. La ley local dice que un grupo de más que 19
personas se considera una concentración, y debe ser comunicada y aprobada por
el gobierno previamente. Muchos manifestantes han sufrido el registro de su DNI
por la policía, para meses después recibir una multa, nombrándoles
organizadores de una manifestación desaprobada (aunque solo estaban allí
participando).
Mercedes Milá, una conocida periodista de España,
viajó a Toledo para investigar esto (puedes verlo aquí) y pedir una entrevista con José
Julián Gregorio, el nuevo subdelegado del gobierno (antes de él asumir el
poder, el gobierno nunca les había puesto multas tan caras a manifestantes).
Mucha de la gente que ha recibido multas lo atribuye a la alta cantidad de
huelgas y manifestaciones que hoy se dan en España. Milá, junto con un grupo de
manifestantes multados, fueron al ministerio para hablar con Julián Gregorio,
quien nunca les respondió a su solicitud para una entrevista (algunos meses
después, les dijo que tenían que mandarle sus preguntas antes, y él decidiría
si les respondiera).
La mayoría del grupo de Milá fue citada como
organizadores de manifestaciones, aunque ellos solo fueron a participar en una
protesta, varias de las cuales se desarrollaban espontáneamente. En el video, cuando
el grupo va al ministerio para quejar a Julián Gregorio, tienen miedo de
superar 19 personas, y tienen dificultad sacando firmas para una petición que
busque quitar las multas, ya que hay un miedo de la gente a firmar algo
(piensan que podría resultar en otra multa). Milá notó que también habían
300 multados en Madrid después del 14-N.
En lo personal, encontré todo eso muy
interesante, ya que muestra una fuerte infracción al discurso libre, un pilar fundamental
de la democracia. El gobierno tiene el derecho de regular manifestaciones, pero
20 personas me parece demasiado poco como para llamar algo una concentración.
Además, no se puede decir que cualquier persona que participa en una
manifestación la ha organizado. Con multas así, el gobierno puede
intimidar a la gente, quitándoles su derecho a manifestarse. Sin embargo, también
es cierto que el gobierno necesita tener suficiente poder para asegurar que una
sociedad siga funcionando y no siempre esté en huelga. Es muy difícil así
encontrar un equilibro entre los dos, especialmente al haber protestas muy
grandes—pero algo en frente de una escuela, con sólo 20 y tal personas no es
una excusa para abusar del poder. Mis padres españoles decían que era como una
vuelta a Franco. De hecho, Alberto (mi ‘padre’) dijo que en esos tiempos,
al haber un grupo de más de 3 personas, el gobierno podría sancionarles. Sabiendo
que eso era una practica usual para la época, asumo que le daría aún más miedo
a la gente, ya que parece una fuerte erosión de la democracia. Ahora bien,
esto parece ser una consecuencia más de la crisis en España, y lo sigo muy
interesada para ver como se le da una solución.
¿Tu primer comentario? Pobre, Alli. Bueno, me gusta tu entrada (como todas las tuyas) y estoy de acuerdo que sería muy interesante ver cómo las cosas siguen funcionando en España 7 o 8 años en adelante. Aunque las huelgas me enfadan, es un indicio clave de la democracia y, de verdad, un país moderno y bueno. Si la gente no pudiera manifestarse, no podría haber progreso o evolución de la sociedad. Así es difícil tener la libertad de manifestarse sin tener unas reglas tales como las multas mencionadas. Sobre todo, creo que otro rasgo de una sociedad moderna es la ley, así que les conviene a los manifestantes someterse por un lado a la disciplina de su país a la vez demostrando la necesidad de mejorarlo.
ResponderEliminarJ.P. Senter